LA BATALLA DE JUNIN
Resumen de "La batalla de Junin".
La Batalla de Junín empezó el 6 de agosto de 1824.

Para comenzar con la batalla de Junín empezaremos primero con un golpe de estado que estaba pasando en España donde el Fernando VII restableció sus fueros, aboliendo por segunda vez la Constitución liberal de Cádiz.

La noticia provocó una profunda división de las fuerzas realistas en el Perú.

Entonces se habían fortalecido la sierra central, la sierra del sur y lo que es Bolivia La vanguardia realista aún combatía por el norte argentino y con el virrey establecido en el Cusco controlaban el corazón andino del continente.

En el Alto Perú se sublevo el general Pedro Olañeta él era un absolutista y odiaba demasiado a al virrey de Serna, él era un partidario de los liberales El levantamiento de Olañeta obligó al virrey a contenerlo con una división acantonada en Puno.

Entre los sublevados y las fuerzas de contención, el ejército realista se redujo en 5.000 hombres y entonces se igualaron a las fuerzas disponibles por los patriotas.

Entonces cada ejército se quedó solamente con 10.000 hombres de infantería y unos 1.000 de caballería. Pero las fuerzas del virrey estaban divididas entre quienes estaban alrededor de su última capital, el Cusco, y los que guarecían la sierra central.

Bolívar detecto rápido la debilidad de los realistas y entonces decidió aprovechar rápido esa situación Los patriotas se habían reorganizado en 1823 después de dolorosos enfrentamientos internos.

BATALLA DE JUNINEl primer conflicto de los colombianos en el Perú fue con el presidente Riva Agüero, quien fue destituido y, acusado de negociar con el virrey, había sido deportado. Luego, Bolívar se enfrentó a la aristocracia limeña y fusiló a uno de los suyos, Berindoaga.

Con tanta crisis en medio de todo esto, el segundo presidente, Bernardo de Torre Tagle, se pasó al bando realista y con parte de la nobleza colonial se asiló en los castillos del Callao, al mando del general Rodil; allí moriría, reconvertido a favor del Rey.

El campo patriota se había desangrado y vuelto a renacer durante 1823. La reorganización fue liderada por el liberal José Faustino Sánchez Carrión, y fue el quien salvó la república.

Bolívar subió a la sierra central y encontró a Canterac, que comandaba a los realistas en los alrededores del lago Junín.

El ejército del Rey estaba retrocediendo y su infantería caminaba adelante. Mientras que los patriotas avanzaban y sus caballos trataban de alcanzar al enemigo. En la tarde del 6 de junio, ambas caballerías fueron al enfrentamiento.

Canterac inició el ataque arrollando a los patriotas, cuyo jefe, el general argentino Mariano Necochea, cayó herido e incluso fue hecho prisionero. Pero, cuando la batalla no había concluido, cargó la reserva patriota, integrada por los Húsares del Perú, luego llamados de Junín, y cambió el curso de la lucha.

El enfrentamiento tardó apenas una hora, no se disparó un tiro, fue una de las últimas batallas de la historia peleadas íntegramente con arma blanca. Quien estaba al mando de los Húsares del Perú era el coronel Isidoro Suárez, bisabuelo del escritor Jorge Luis Borges.
Bolívar retrocedió a apurar a la infantería y cuando llegó al campo todo estaba consumado.