El 10 de julio de 1883, en el departamento de La Libertad, se libra la batalla de Huamachuco.

Este enfrentamiento entre fuerzas peruanas y chilenas decide el fin de la Guerra con Chile ya que es la última batalla de gran importancia librada en la Campaña de la Sierra, también conocida como Campaña de La Breña.

Huamachuco
En junio de 1883, Cáceres decidió atacar a las fuerzas chilenas separadamente, para impedir que se unan con sus refuerzos, ya que 700 efectivos comandados por el coronel Herminio González, se aprestaban a sumarse a las fuerzas de Gorostiaga, que ocupaba Huamachuco.

La idea era atacar a González en Mollebamba, donde pernoctaría, impidiéndole llegar a Huamanchuco.
Pero las tropas peruanas no pudieron evitar el encuentro entre Gorostiaga y sus refuerzos, que no tomaron el esperado descanso, y tomaron posición en el cerro Sazón, contando con los batallones Concepción, Talca y Victoria (de infantería), dos escuadrones del regimiento Cazadores a Caballo (caballería), dos compañías de zapadores, y nueve piezas de artillería.

Cáceres reunió una Junta de Guerra y decidió atacar a los chilenos en Huamachuco.
La estrategia peruana consistió en dividir sus fuerzas, que habían quedado reducidas a 1.400 hombres, víctimas de los chilenos, o del hambre, en tres frentes.

A la izquierda, se ubicó Isaac Recabarren. En el centro, en el cerro Santa Bárbara, el Coronel Francisco de Paula Secada. Fuentes, a cargo de la caballería, se posicionó en el cerro Cuyulga, para reforzar el ataque por la izquierda. El coronel Silva tomó posición por la derecha.

El problema era que si bien poseían rifles, carecían de municiones y bayonetas. Igual decidieron combatir para vencer o morir por su patria.

batalla de huamanchucoEl combate de Huamachuco tuvo lugar el 10 de julio de 1883, en esa zona de los Andes peruanos, cuando a la madrugada, el centro del ejército peruano sufrió la embestida de los chilenos, que descendieron del cerro Sazón, que fue rechazada.

La batalla comenzó a perderse para Perú, cuando Recabarren resultó herido y sus hombres perdieron todo control y orden.

Pero aún los peruanos estaban mejor posicionados que los chilenos, lo que le dio confianza a Cáceres para asestarles el golpe final, con su artillería, pero ésta no pudo resistir los embates del escuadrón chileno de “Cazadores a Caballo”.

Cuando Cáceres vio el avance chileno hacia su derecha, la hizo reforzar, con la misión de perseguir a los fugitivos. En la llanura de Purubamba se libera una violenta batalla cuerpo a cuerpo cediendo terreno los chilenos.

Después de dos horas los peruanos eran dueños de Sazón. Las fuerzas Chilenas se retiraron, era el momento para sestar el golpe final. Pero la falta de armamentos, municiones y bayonetas convirtió la victoria en desastre.

Los peruanos fueron aniquilados por los sables y las bayonetas chilenas, y los prisioneros fueron fusilados.

La orden de esa masacre partió de Gorostiaga que consideró a los prisioneros como guerrilleros, y no como soldados. Cáceres, “El Brujo de los Andes” herido, logró huir.

Como resultado de esta derrota, los peruanos heridos en batalla fueron rematados por los chilenos, Cáceres, Recavarren y secada se retiran dirigiendose a Ancash, mientras en el campo quedaban el Coronel Tafúr, Jefe del Estado Mayor, el General Silva, el Coronel Luna y la mayor parte de los comandantes de División.

El Coronel Leoncio Prado, capturado herido a los dos días fue fusilado.

El saldo fue la pérdida de más de la mitad del ejército peruano (alrededor de mil hombres) formado en su mayoría por civiles campesinos, e incluso, adolescentes y ancianos, mientras que los chilenos lamentaron las vidas de 60 personas, entrenadas para la guerra.

El 20 de octubre de 1883, la guerra del Pacífico llegaría a su fin, con la firma del Tratado de Ancón, favorable a las pretensiones chilenas.