Cuando puedas leer lo que hoy te escribo,
Ya yo estaré muy lejos
Por remotos caminos,
En el último viaje sin regreso...
Para entonces te digo:
—Toma a tu hermosa madre de modelo;
Ella es aire y es luz y es melodía,
Y es levedad, ternura y sentimiento.
De su mano, ligera cual la nube,
Alada como el céfiro,
Irás por claros mundos de armonía,
Azules mundos de quimera y sueño.
Y toma de tu padre
Su gran bondad de corazón abierto,
Su generoso espíritu de lucha
Que infunde un goce límpido al esfuerzo.

Flanqueada así, ya puedes
Desafiar los abrojos del sendero,
Pues tu padre y tu madre están contigo,
Y la fe y el amor están con ellos.