¡Sol del que triste vela,
Astro de cumbre fría,
Cuyos trémulos rayos de noche
Para mostrar sombras sólo brillan!

¡Oh, cuánto se asemeja
De la pasada dicha
Al pálido recuerdo que del alma
Sólo hace ver la soledad sombría!

Reflejo de una llama
Oculta o ya extinguida,
Llena la mente pero no la enciende;
Vive en el alma pero no la anima.

Descubre, como tú, sombras
Que esmalta o acaricia
Y, como a ti, tan solo la contempla
El dolor mudo en ferviente vigilia.