Sobre la mesa el libro escrito
en esa edad que, al comparar,
siempre nos parecemos al más bello.

Tiempo el tuyo de sensaciones,
cuando todo huele a mañana y es hermoso.

Tus palabras, contrarias al destino,
detienen la esperanza, siembran oscuridades.

Yo invoco de nuevo la alegría,
el sencillo vivir entre las cosas.