Adán en Paraíso, vos en huerto,
él puesto en honra, vos en agonía,
él duerme, y vela mal su compañía,
la vuestra duerme, vos oráis despierto.

Él cometió el primero desconcierto,
vos concertaste nuestro primer día,
cáliz bebéis, que vuestro Padre envía,
él come inobediencia, y vive muerto.

El sudor de su rostro le sustenta,
el del vuestro mantiene nuestra gloria,
suya la culpa fue, vuestra la afrenta.

Él dejó error, y vos dejáis memoria,
aquel fue engaño ciego, y esta venta.
¡Cuán diferente nos dejáis la historia