Verazmente voraz el singular
afán de tu boca carnicera
cárnica cancerbera del escándalo
por recrear el celo celebérrimo
en mis segadas mieses
en mis sienes cegadas
Boca en perpetua escaramuza
sea cuaresma o navidad
/o en el día de los callados muertos/

deliberado delirio en tu deseo
por traficar sin reservas mi cuerpo
/fúlgido áureo satinado/
todo entero
con tu cuerpo tremendo y áspero
de charco de inconmesurable océano
subordinando el esto y el aquello
a tu extravío extraño
a ese soñado sueño que tú tienes
de ser dueño absoluto de mis viñas
jeque advertido exacto de mis días
amo de mi corporeidad de la verdad de mi locura

anhelante por subir henchido mis colinas
por aspirar mi olor a mar
y que yo suba en tí a la busca de frondosas
recompensas
para mi cáliz extenuado
de refractada arcilla
y violente en el suceso tus espaldas
y enrede tu recio cuello entre mis piernas
y acaricie sin mesura tu leño tibio
que carga fragmentos de hijos de arena y piedra

y estar en ti
vitualla savia vitamina
y que tus complacientes manos
ocupen sin temor espacios de mi cara geografía

y ser húmeda de sudores que sudando
tersarán más mi piel de gamuza libertina
y seas húmedo de sudores que sudando
dirán en tu esforzada piel
misteriosas poligrafías

aguardando otra soirée
otro sueño de violar catedrales góticas
ondas de eucaristía
Que llegues otra vez
vorazmente veraz
orgánico
terreno
retorcido
con fragancias a sahumerio y tabaco
que tan celosa guardo
en confines del escote
de mi vestido gris