...¿Cómo pude dudar? ¿Cómo he podido
vivir sin vida todos estos años?
Por evitarme daños, tuve daños,
y huyendo penas, penas me han venido.

¡Cuánto tiempo, cuánto placer, perdido
en virtud, muerte, ritos tan extraños
como inflexibles, místicos extraños
humillaciones, ¡Dios!, ¡Qué buena he sido!

Me arrepiento del tiempo en que fui buena,
viviendo sin gozar el prodigioso
fulgor del mal, quebrando mi destino.

y ahora que su goce me envenena,
¿cómo negarse, si es tan delicioso,
o cómo retornar al buen camino?