a colorada
cogida ayer;
el fuego y la canela
que llaman clavel; el pan horneado
de anís con miel,
y el pez de la redoma
que la hace arder: todito tuyo
hijito de mujer,
con tal que quieras
dormirte de una vez. La rosa, digo:
digo el clavel.
La fruta, digo,
y digo que la miel; y el pez de luces
y más y más también,
¡con tal que duermas
hasta el amanecer!