Cuando la lluvia se ha ido
he salido descalza al exterior,
el olor a tierra mojada era tan intenso....
parecía que toda la montaña
latía con fuerza dentro de mi estómago.

He sentido entonces mi silencio emocionado
como un manzano mecido por la brisa.
Luego me he arrodillado
y he estado comiendo tierra
hasta que dentro de ella he oído cantar
a mis abuelos.