Si hay algo que quisiera decir, antes de que la naturaleza me vuelva síntesis (trazos de carbonilla),

es que amo, profundamente, el olor de los cuerpos recién amados;

y la falta de orden en tu pelo y en tus gestos,

que quién sabe de qué alturas vienen bajando.



Si hay algo que quisiera escribir (dulce patrimonio de lo que es gemido confesar)

Es que soy un pintor y un músico fracasado. (Sí).

Sin embargo, la levedad azul de tu espalda en el cuarto,

es canción en cuerdas de acero y un aguafuerte desmesurado;

y generan, el camino... demoradamente largo

de tus piernas desnudas que van,

de la cama perfumada al espejo del baño.



Naturaleza y síntesis, entonces. Carbonilla y trazos.

Quebrado amanecer de miel. Ruta solitaria.

Que seguramente no seré de ti, ni memoria de a ratos.

Pero hay,

hay algo que quisiera decir

(deliberada criatura de azúcar y cabellos despeinados);

y es, que amo... profundamente...

el olor de los cuerpos recién amados.