a Patricia.

¿Cuánto dur?la escena
en que mi trastornado aliento se dibuj?en tu cuello?
Ahora veo que nada. Ahora estoy seguro
que del clamor con que mis manos recibían tu cuerpo
quedan tan solo retazos nebulosos de momentos.

Si no hubiera tenido tan roto el corazón.
Si por las noches me hubiese dedicado a contemplar tu sueño.
Si hubiese tenido con qu?pagar tus lágrimas.

Pero aquelllo se rompi?en el fondo de un pozo demasiado seco
Y yo soy solo un hombre que te mira alguna tarde
y se consume lento lento lento
como un oprobioso cigarrillo.