Tus dedos lanzan oscuros sin ley
sobre las horas, granos de sal
colmenas y alfileres. ¡Galgos!
correr correr correr…
dioses como piñas dulces sin templo
vuelan juegan saben.

Chambelanes como delirios
magistralmente
tus dedos, mis dedos, nuestros
funden lingotes de animales
cautivos de ti. Tus pies, tus manos
tocan pista; cal, estrellas rojas con agujas.