I
Se fue el día,
las escamas del sueño giran.

Todo desciende,
la noche es el tedio.
En el desierto, a oscuras,
temerosa del amor
la ostra llora a solas.

Caen las lívidas hojas de tu frente,
te alejas, negra burbuja sin destino.

Se abren súbitamente mil calles,
arrecifes en llamas
retienen tu cuerpo helado como una lágrima,
nada te hiere,
el coral clava su garra en tu sombra,
tu sangre se desliza, inunda praderas,
salta de las ventanas como un rojo sonido
todo esto no es sino el Otoño.

II
Estréchame las manos,
la única luz que nos queda,
no me dejes olvidada
en la cima de una ola.

Aléjate. Aparten ese frío paisaje de cipreces,
escombren esos náufragos que ocultan el horizonte
La vida es una noticia conmovedora.

Atravieso el desierto,
la terrible fiesta en el centro de
un cielo derribado.
Estoy casi olvidando.