Me preguntas qué ha sido de mi vida
es estos años últimos. Tú llegas con un brillo
exótico en los ojos que tanto amé, sonríes
de mágica manera como entonces
y conocen tus pasos el polvo
de todos los caminos. Qué ha sido de tu vida.
Fracasar es un arte que tú ignoras.
Se aprende lentamente, en largas tardes
y rincones oscuros, se aprende entre los brazos
que fingen un calor que no perdura.
Cuántas veces anduve por las mismas
calles, ya sin ti y con incierta lluvia,
cuántas veces me senté en lugares
que conocieron la precaria dicha
de aquel adolescente tan irreal y puro.
No todos saben encontrar la puerta
que lleva lejos, con amor y riesgo,
a las islas azules y a ciudades con sol.
Dijiste que la vida es un licor
que hay que apurar de un trago, y yo te vi partir,
te veo todavía partir a prima noche,
partir hacia otro mundo en donde yo no existo.
Con lástima me miras porque ignoras
que hay un placer mayor, decir que no
a la vida, andar por un atajo incierto,
desdeñar el amor, sonreír en la ausencia,
abrazar el vacío y seguir adelante
hasta ese punto último que aúna
la tiniebla y la luz.