Aquella tentación, aquel sendero
Abierto en cruz a la visión dorada,
Aquel trino de alondra en la alborada
Y aquel embrujo del primer lucero...

Hollar de rosas con el pie ligero,
Temblor lunar entre la fronda... En cada
Repliegue del enigma, tu mirada
Alumbrando los ojos del viajero.

Negra la veste y la mirada huida,
Te busco, Amor, como la luz vencida.
Alba de ayer. Silencio del ocaso...

Y en mí se enciende tu caricia muda.
...Iba en mis ojos la visión desnuda
Y tu presencia la envolvió a su paso.