Cuando torne otra vez la primavera,
Perdido el rumbo, la ilusión viajera
No atisbará tu signo en mi ventana.
Ni codicia del sol. Ni luz cercana...
Sordo el oído a la canción de afuera,
Mi alucinado corazón no espera
Tu beso amigo ni tu voz hermana.
Amor, no volverás... Pero si vuelves
Al filo del crepúsculo y me envuelves
En tu clámide gris, ya sin preguntas
Iré contigo. Y me verás entonces,
Bajo un oscuro resonar de bronces,
El paso inmóvil y las manos juntas.