Siento que me destruyo en cada mirada del sol , una ráfaga de fuegos extinguidos marcaron mi nacimiento. Procuro andar a oscuras para no verte silencio endemoniado, canto vulgar y tétrico que naces en mis extrañas, todo es un gran torbellino , en cada aspirada un silencio de neuronas reprimidas y recuerdos fecundos que se hacen humo, es como si colgara de las paredes para ver el ojo crítico que vigile mis sueños.
un traspiés basta para encontrarme con la muerte.