Unos vienen montados
Sobre la amarilla azucena de un caballo
Otros son algas de arena
Que de miedo se erizan
Deshaciéndose en acuosos telares

Correspondencia al día
de la piel marchita
Que reclama ese árbol
que de tactos fue talado

Y el mar
ese eco que siempre retorna
Armando en silencio
Una orquesta de violines,
Turnándose a ratos con el dichoso-fui de la memoria

Todo es mentira,
Mira la estatua que te desaprueba,
Usa negaciones ajustadas
Malla de profundidades tullidas

Nadie quiere bailar contigo
Ese vals de sirenas

Despierta,
Si es que todavía puedes escucharme.