A veces se refugia en un bar o en un café y deja que el bullicio violente sus cuadrículas: “la guerra se aproxima”, “explota transbordador en pleno vuelo”.
Mi cuaderno: pedazo de cielo iluminado por el rayo; en sus renglones caben los siete pecados capitales y los tres continentes, la historia de la antigua cultura y la biografía de mis vecinos.