¿Es tu voluntad que yo crezca y decline?
Trueca mi paño de oro por la gris estameña
Y teje a tu antojo esa tela de angustia
Cuya hebra más brillante es día malgastado.

¿Es tu voluntad -Amor que tanto amo-
Que la Casa de mi Alma sea lugar atormentado
Donde deban morar, cual malvados amantes,
La llama inextinguible y el gusano inmortal?

Si tal es tu voluntad la he de sobrellevar
Y venderé ambición en el mercado,
Y dejaré que el gris fracaso sea mi pelaje
Y que en mi corazón cave el dolor su tumba.

Tal vez sea mejor así -al menos
No hice de mi corazón algo de piedra,
Ni privé a mi juventud de su pródigo festín,
Ni caminé donde lo Bello es ignorado.