Ahora andará por otras tierras,
Llevando lejos luces y esperanzas,
Aventando bandadas de pájaros remotos,
Y rumores, y voces, y campanas,

-Ruidoso perro que menea la cola
Y ladra ante las puertas entornadas.

(Entretanto, la noche, como un gato
Sigiloso, entró por la ventana,
Vio unos restos de luz pálida y fría, y
Se bebió la última taza).

Sí;
Definitivamente el día se ha ido.
Mucho no se llevó (no trajo nada);

Sólo un poco de tiempo entre los dientes,
Un menguado rebaño de luces fatigadas.
Tampoco lo lloréis. Puntual e inquieto,
Sin duda alguna, volverá mañana.

Ahuyentará a ese gato negro.
Ladrará hasta sacarme de la cama.
Pero no será igual. Será otro día.
Será otro perro de la misma raza.