Empiezo a conocerme. No existo.
Soy el intervalo entre lo que deseo ser y los demás me hicieron,
o la mitad de ese intervalo, porque además hay vida...
Soy esto, en fin...
Apaga la luz, cierra la puerta y deja de hacer ruido de
          zapatillas en el pasillo.
Quede solo yo en el cuarto con el gran sosiego de mí mismo.
Es un universo barato.