Escritos cualquier día
                                        entre 1980 a 1984



¡Un día más!
¡Déjame, Señor, vivir los suficientes
para tenerlos de nuevo conmigo!
El corazón duele mucho más
de lo que el poeta puede decir.

El corazón es una congoja constante
y la ansiedad del regreso
es una golondrina tímida
asustada
por la inmensidad de las ciudades
de los mares y desiertos.

¡La ansiedad del regreso!
Un temblor palpitante
dentro de mi mano.
Si el día empieza o la noche termina...
¡Qué más da si no los tengo conmigo!

La Vida es el misterio
el enigma de lo inesperado.
Y mis ojos, abiertos y vacíos
permanecen a la vera del camino.

El corazón está desfallecido
pero, Señor... contigo
el alma encuentra fuerzas
para un día más...
¡Un día más en esta larga espera!