Como en soñada flor venido presto.
Color en llama, labio de la suerte
encontrada; rendida que no inerte
sorpresa de alabastro, nardo enhiesto
en perfume de su muriente gesto
de amor; en mar creciente, milagroso,
presencia a rreba tad a sin reposo
a cierta sed presente (todo y nada,
y silencio y fragor — luz destinada
a nacer y morir en cada gozo).
2
Suben impares, álzanse en corolas,
lunas de nueva altura cautivadas,
al desvelo nacidas, desveladas
de ciegos ruiseñores, nieves solas.
Cielos claman dolidos por sus olas,
sus pulsos y sus sombras en ausencia;
descargase Ia luz, suave dolencia
del rostro y del amor; vuelve a su punto.
desolada, perdido su conjunto
de tenaces llamadas, Ia presencia.