Esos fantasmas llegan a casa
recogen en la puerta la soledad y pasan
pasan dentro de mí como esos trenes
contra barreras bajas
esos fantasmas pasan van sin rumbo.
Esos fantasmas llegan
se instalan en la silla y en la mesa
y sin que pida nada ellos hablan
esos fantasmas hablan con mi sombra
recorren la distancia amarrada a mis sueños
cantan mi compañía
esos fantasmas hacen mi morada.
Esos fantasmas andan tras mi rastro
esos fantasmas que llegan sin tregua
destruyen las hogueras del reposo
esos fantasmas son estos temblores
sobre puertos que fueron arrasados
esos fantasmas llegan
con sus labios de vidrio
con sus copas de vino
esos fantasmas son los que me invitan
esos fantasmas son y todavía viven.