Araña negra del atardecer.
Tú paras
No lejos de mi cuerpo
Abandonado, andas
En torno a mí,
Tejiendo, rápida,
Inconsistentes hilos invisibles,
Te acercas, obstinada,
Y me acaricias casi con tu sombra
Pesada
Y leve a un tiempo.
Agazapada
Bajo las piedras y las horas,
Esperaste, paciente, la llegada
De esta tarde
En la que nada
Es ya posible...
Mi corazón:
Tu nido.
Muerde en él, esperanza.