En los ojos
llevas un pez muerto
-un pez nocturno-
y un pájaro disecado.
Ha de ser por miedo
-el miedo a la libertad de expresión
que padecen los analfabetos.

Pero ayer te exorcisaron
y te dieron permiso
para otros menesteres

                     -gracias señores
                    buhoneros de la verdad-

así que ahora llevas
con entera libertad tu pez
y tu pájaro entre los ojos

                     -ya eres salvo.