Por toda la hermosura
nunca yo me perderé,
sino por un no sé qué
que se alcança por ventura.

I

Sabor de bien que es finito
lo más que puede llegar
es cansar el apetito
y estragar el paladar
y assí por toda dulçura
nunca yo me perderé
sino por un no sé qué
que se halla por ventura.

II

El coraçón generoso
nunca cura de parar
donde se puede passar
sino en más difficultoso
nada le causa hartura
y sube tanto su fee
que gusta de un no sé qué
que se halla por ventura.

III

El que de amor adolesce
de el divino ser tocado
tiene el gusto tan trocado
que a los gustos desfallece
como el que con calentura
fastidia el manjar que ve
y apetece un no sé qué
que se halla por ventura.

IV

No os maravilléis de aquesto
que el gusto se quede tal
porque es la causa del mal
ajena de todo el resto
y assí toda criatura
enajenada se vee
y gusta de un no sé qué
que se halla por ventura.

V

Que estando la voluntad
de divinidad tocada
no puede quedar pagada
sino con divinidad
mas, por ser tal su hermosura
que sólo se vee por fee,
gústala en un no sé qué
que se halla por ventura.

VI

Pues, de tal enamorado
dezidme si abréis dolor
pues que no tiene sabor
entre todo lo criado
solo sin forma y figura
sin hallar arrimo y pie
gustando allá un no sé qué
que se halla por ventura.

VII

No penséis que el interior
que es de mucha más valía
halla gozo y alegría
en lo que acá da sabor
mas sobre toda hermosura
y lo que es y será y fue
gusta de allá un no sé qué
que se halla por ventura.

VIII

Más emplea su cuydado
quien se quiere aventajar
en lo que está por ganar
que en lo que tiene ganado
y assí, para más altura
yo siempre me inclinaré
sobre todo a un no sé qué
que se halla por ventura.

IX

Por lo que por el sentido
puede acá comprehenderse
y todo lo que entenderse
aunque sea muy subido
ni por gracia y hermosura
yo nunca me perderé
sino por un no sé qué
que se halla por ventura.