Quebrantaré en tu honra mi vieja rebeldía
si sabe combatirme la ciencia de tu mano,
si tienes la grandeza de un templo soberano
ofrendaré mi sangre para tu idolatría.

Naufragará en tus brazos la prepotencia mía
si tienes la profunda fruición del oceano
y si sabes el ritmo de un canto sobrehumano
silenciarán mis harpas su eterna melodía.

Me volveré paloma si tu soberbia siente
la garra vencedora del águila potente:
si sabes ser fecundo seré tu floración,

y brotaré una selva de cósmicas entrañas,
cuyas salvajes frondas románticas y hurañas
conquistará tu imperio si sabes ser león.