la familia resiste en la cuerda floja

no ya en la duda
ni en la variación del miedo

no en la lágrima
ni en el temblor
de los hombros hundidos

su tibieza ha alcanzado el pudor
el hermoso rostro
de quienes claudican
para luego reconfortarse en el olvido

nunca fue en vano la espera

el regreso a casa arderá en la frente
pero será leve