de la vida que se fue,
de lo porvenir que ignoras?
¡Para qué contar las horas!
¡Para qué!
¿Cabe en la justa medida
aquel instante de amor
que perdura y no se olvida?
¿Cabe en la justa medida
del dolor?
¿Vivimos del propio modo
en las sombras del dormir
y desligados de todo
que soñando, único modo
de vivir?
Al que enfermo desespera,
¿qué importa el cierzo invernal
o el soplo de la primavera,
al que enfermo desespera
de su mal?
¿Para qué contar las horas?
No volverá lo que se fue,
y lo que ha de ser ignoras.
¡Para qué contar las horas!
¡Para qué!...