El canto de los mirlos
compuesto en la quietud
es como un pensamiento.

Por momentos parece crecer
para luego concentrarse
en su puntual irradiación.

Si se le presta atención
cada pétalo de sonido
convoca a su contrario.

Se diría que este silbido
es tan sólo la mitad
de una canción inaudita.

Esta ignorancia nos deja
con la clara sensación
de que los mirlos platican…

O bien que hay un secreto:
el genio de los mirlos
canta siempre por parejas.