Los poetas se reúnen por la noches.
Beben vino y comen versos.
Buscan sentido a las palabras.

Los poetas dan un giro a los sonetos.

En este tiempo hostil, propicio al odio,
los poetas conspiran a crédito.
Rastrean en lo barroco de sus versos.

Están tan distantes de la vida
que han caído en un hondo onanismo sin remedio.