que empecé el día
volviendo a tu mirada,
y me encontraste bien
y te encontré más linda. Ahora que por fin
está bastante claro
dónde estás y dónde estoy. Sé por primera vez
que tendré fuerzas
para construir contigo
una amistad tan piola,
que del vecino
territorio del amor,
ese desesperado,
empezarán a mirarnos
con envidia,
y acabarán organizando
excursiones
para venir a preguntarnos
cómo hicimos.