Rosa fragante, enseña desplegada,
rosa de miel, de luz, de primavera,
entre todas las rosas la primera,
de la inquina y las sierpes alejada.

Rosa, por dulces sorbos habitada,
de las palabras laboriosa obrera,
en 'tela de concierto' delineada
y del sutil aroma prisionera.

Llevas entre la mano suave y fina
el Edén que en tu nombre se adivina
y el hilo que en la vida se desvela.

Y entre las venas guardas silenciosa
la herencia de la estrella milagrosa
que en tu verbo encendido se revela.



S.S. Julio 23/03



(Poema inédito proporcionado por la autora)