la vigilia que cuando un alma que en soledad vivía

quedó también en soledad herida



Nunca la soledad sonora fue más noche sosegada

que cuando aquella Esposa sintió que todos

mil gracias le fueron refiriendo de su Amado



Nunca el amor jugó mejor al escondido que cuando

aquéllos entre montes y riberas entre prados y verduras

anduvieron



Pastores huertos rosas flores prados

¿Acaso por vosotros ha pasado aquél que os decía

Decidle que adolezco peno y muero aquél

que andando enamorado se hizo perdidizo y fue ganado?



Nunca más el amor descalabrado que con

un no sé qué que quedan balbuciendo



Métele duro Juan de madrugada!

Métele firme Juan de Madrugada!