Después de varias copas,
de humo de cigarrillos, risas,
alguien me preguntó
inesperadamente
¿qué es para ti la poesía?
Contesté que, si bien,
no creía en definiciones,
la poesía se semejaba más a una enfermedad
que a una ciencia.
Hablé de rimas, de locuras y de autores.
Mentí.
Mentí, dolorosamente.
La poesía no es más
que esta lucha desigual
contra lo que nos hace el tiempo,
esta manera de recordarte
a todas horas,
el único modo de retenerte
en el instante preciso,
sin futuro ni pasado,
junto a mi, eternamente.
Es este modo de perderlo todo
a manos llenas.