Junto los muertos reales a los que llevo en mi cabeza
a los que nadie quiere los guardo como a esas cartas
selladas con sangre

Cada recuerdo es un ánima negra y soñolienta
más negra que la noche de los campos
irremediablemente negra y carnal y dolorosa
irrepetible hueso por hueso
porque es así como la muerte llega
única y duradera

Tiendan los ojos al sol
sacudan los años sobre el suspiro de las sombras
verifiquen el soplo de la angustia lenta
aquí se está para siempre
como nunca antes como nunca nadie
solo como el aullido de un túnel vagando en sí mismo
solo en el trino mortal de los últimos gorriones
de los últimos rasguños
de un puma astral y convaleciente
porque es así como la muerte llega
única y duradera

Unica y duradera desde los días
desde los sueños
desde los muertos que llevo en mi cabeza
desde las lágrimas que escondo en los bolsillos
hundida bajo el aura seca del vacío
a donde iremos a dormir alguna vez
en la inevitable siesta de los siglos