de las estrellas
abiertos en un oscuro
terciopelo: de lo alto,
¿me veis puro? Ojitos de las estrellas,
prendidos en el sereno
cielo, decid: desde arriba,
¿me veis bueno? Ojitos de las estrellas,
de pestañitas inquietas,
¿por qué sois azules, rojos
y violetas? Ojitos de la pupila
curiosa y trasnochadora,
¿por qué os borra con sus rosas
la aurora? Ojitos, salpicaduras
de lágrimas o rocío,
cuando tembláis allá arriba,
¿es de frío? Ojitos de las estrellas,
fijo en una y otra os juro
que me habéis de mirar siempre,
siempre puro.