Se ha cubierto el San Andrés
de un amarillo amarillo,
a la luz del sol semejante
por lo encendido encendido.
A cada soplo del viento
—de diciembre frío frío—
se le caen las campanas
al San Andrés Florecido.

Del árbol de San Andrés
las flores se han ido ido,
navegando en la vereda
celeste de río río
¡campanas del San Andrés
del amarillo amarillo,
buscad luego un campanero
para alegrar el oído!

El árbol de San Andrés,
mientras camino camino,
me guía por las veredas
con su amarillo amarillo.
San Andrés de las Campanas
florecido florecido,
aún lejos de la patria
no te eché nunca en olvido.
San Andrés de las campanas;
San Andrés verde—amarillo.