Nota: Para la composición de este soneto
                                        se utilizaron los más geniales argumentos
                                        que el autor ha escuchado, a manera de exculpación
                                        en los círculos literarios de El Salvador.








La vida en sociedad es un trapecio
que juzga a los que mal se contradicen:
'-Si soy como prefiero, me maldicen;
si soy como ellos quieren, me desprecio.'

Mentiras y verdades tienen precio
(un precio que suplica le revisen),
y al socio-torpe ritmo en que se dicen,
resulta de buen gusto ser tan necio.

Si podrirnos de absurdo es el esquema,
más vale dar su sitio al anatema
y hundirnos en la luz de una psicosis,

o en el limbo sublime del dislate
-gracioso y sepulcral escaparate-,
dar rienda a la bondad de una neurosis.




8/IV/98