Estos de pan llevar campos ahora,
fueron un tiempo Itálica. Este llano
fue templo. Aquí a Teodosio, allí a Trajano
puso estatuas su patria vençedora.
En este çerco fueron Lamia y Flora
llama y admiraçión deel vulgo vano;
en este cerco el luchador profano
deel aplauso esperó la voz sonora.
¡Cómo feneçió todo, ay!; mas erguidas,
a pesar de fortuna y tiempo, vemos
estas y aquellas piedras combatidas.
Pues si vencen la edad y los estremos
deel mal, piedras calladas y sufridas,
suframos, Amarilis, y callemos.