¡Amor, pequeño amor, amor gigante!
Gusanillo de luz y sol de Enero.
Playa de siglos, clima del instante,
ancla fija en el golfo marinero.

Almena sobre rumbos del levante.
Alta señal de guía y de pionero.
Espejo que refleja la distante
línea de lo perfecto y verdadero.

Por ti, devotamente, a toda hora,
alza mi ensueño su celeste llama
y se humilla la carne pecadora.

Para seguir tus huestes he nacido:
¡Símbolo eterno que mi voz proclama,
alado capitán jamás vencido!