Es mucho el heroísmo
De soportar el tiempo:
Esperar a nadie en el río
De la ventana y al borde
De las estaciones. Esperar
Bajo cielo y la nube densa
Del destino. Esperar
Entre las zarzas del oscuro
Anhelo y besar la médula
Del fuego, con cierto gozo
De ingenua ignorancia.
Y es que no es del tiempo
Que emergen las frondas
Del sueño. No es tiempo
El tiempo que veda
Sentirse desnudo en el césped
De los poros masticando esperanzas.