Verdes juncos del Duero a mi pastora
Tejieron dulce generosa cuna;
Blancas palmas, si el Tajo tiene alguna,
Cubren su pastoral albergue ahora.

Los montes mide y las campañas mora,
Flechando una dorada media luna,
Cual dicen que a las fieras fue importuna
Del Eurota la casta cazadora.

De un blanco armiño el esplendor vestida,
Los blancos pies distinguen de la nieve
Los coturnos que calza esta homicida;

Bien tal, pues montaraz y endurecida,
Contra las fieras sólo un arco mueve,
Y dos arcos tendió contra mi vida.