Yo ya no sé
qué se puede decir y estoy hablando
que se puede alentar y estoy pensando
en no sé qué figuras desvaídas,
en no sé qué quimeras obsoletas
de galopes cayendo hacia la nada.

Y me pongo a cantar pero el sollozo
el sollozo que anuda tu garganta
ese oscuro sollozo que del fondo
sube entre lutos y geranios tristes
para anegarme como a ti en el llanto.

Yo ya no sé
mas quisiera ensayar en diez mil tubos
esa estúpida pugna de hacia dónde ?
el último clamor de los envites
y huracanar las bambalinas agrias
de este circo del llanto y destrozado.

Tal vez sean las últimas amarras
las flatosas trompetas de un juicio…
Tócame pues muy loca levemente
dame vino locura y qué que importa
y me pondré a vivir e iré muriendo.