Juan Maille es un indio recién salido del ejército, es ahora Licenciado. Su destino, ahora que ha salido, es su pueblo: Chupán.

Nota que el ejército lo ha cambiado mucho; de lo que era un indio con costumbres ancestrales, ahora piensa que los curas, por ejemplo, no deben ser tan favorecidos con lo mejor que les tributan los indios.

Su manera de caminar, por ejemplo, ha cambiado. El indio camina encogido, atigrado; en cambio él, ahora, camina recto, erguido.

Cuando regresa a su pueblo ya no están su padre Cunce Maille, ni su abuela Anastacia.
La gente lo mira con desdén, con odio, lo insultan. Nadie lo quiere.

La fama de su familia es siniestra por esos lares. Fama de asesinos, de ladrones. Finalmente se va de su pueblo y se cambia de nombre para que no lo asocien con su familia.

Trabaja en la Quebrada de Higueras con un nuevo nombre: Aponte.

Su trabajo es en la cantina, para controlar la entrada y salida del aguardiente. Al descubrir las actividades ilícitas de su patrón, se asocia a él, creyendo que el contrabando no le deparará un destino trágico como el de su familia.

Cuando haya obtenido cierto éxito en sus negocios y a pesar que ha sido casi aculturado en el ejército; su filosofía supersticiosa lo persigue.

No paga a un Jirca ( a un cerro) y estremecido por eso, le irá mal en uno de sus viajes.

Lo pero sucederá cuando vengan a buscarlo y le disparen hasta matarlo, las autoridades. Su creencia final será que su falta fue no pagar al Jirca.