Nuestro relato está enmarcado en el siglo XIX.

Cuya narración en primera persona es llevada a cabo por Arthur Gordon Pym de Nantucket, quién a lo largo del libro nos explica los detalles de su enrolamiento en el bergantín norteamericano Grampus y una serie de desgracias que casi le arrebatan la vida una y otra vez.

Empezando por explicar su situación familiar en una pequeña reseña autobiográfica, hablando en especial de su mejor amigo Augustus, quien fuera el culpable, por así decirlo; del interés de nuestro protagonista por el mar.

Quien tiempo después y no importándole el peligro de la navegación, del cual ya había sido testigo una vez junto a su amigo Augustus, se hizo a la mar oculto entre el cargamento del Grampus.

Días después de haber zarpado, su tranquilidad se vio interrumpida, cuando a mitad de camino los marinos a bordo se amotinaron tomando el completo control del barco, revelando así su identidad como piratas.

Enfrentándolo a una lucha por la supervivencia, primero a bordo del bergantín y luego en los desechos de este, lidiando con la soledad, desesperación, perdida de la razón, hambre, desconsuelo, locura y demás sentimientos a los que un náufrago podría enfrentarse, en medio de la nada y sin una pizca de alimento.

Arthur era acompañado de su mi amigo Augustus, Peters, un amigo que él y Augustus hicieron durante su estancia en el Grampus y Parker, un pirata al que le fue perdonada la vida a condición de su ayuda.

Todos ellos a quienes las inclemencias del tiempo, hambruna, sed y desilusión, les conllevaron a una búsqueda sin frutos por su subsistencia, para después desarrollar sus instintos naturales y terminar matando y comiendo la carne de Parker.

Después de esta penosa acción encontraron algo de alimento en los escombros del barco con lo cual pudieron sobrevivir un poco más, Augustus murió días después a causa de una profunda herida que se volvió presa de la gangrena, quedando solo Peters y Arthur quienes después de tener que sobrevivir comiendo percebes y animalejos marinos fueron finalmente rescatados por el bergantín Jane Cuy al mando del capitán Guy.

Después de recuperar sus fuerzas se unieron a las expediciones que realizaba el Jane en busca de la verdad tras varios rumores, en los cuales se afirmaban la existencia de algunas islas o el hecho de que la temperatura variaba en posición de ciertos meridianos, este último rumor llevo a la tripulación a aventurarse en las heladas tierras del Antártico.

Donde la tribu a cargo del nativo Too-wit, que aparentaba en un principio ser una raza poco inteligente e inofensiva, demostraría su naturaleza sanguinaria, conduciendo a la tripulación a la muerte.

Por cuestiones del destino Arthur y Peters lograron escapar, ocultándose entre las heladas montañas para después alejarse de ese sitio en una canoa que robaron y con un rehén de nombre Nu-Nu, que les acompañaría durante su escape de la isla Tsalal.

Pocos días después la inminente muerte les alcanzó; Nu-Nu escondido en el fondo de la canoa perdió su espíritu mientras que Peters y Arthur cayeron, sin poder oponerse, en los brazos de una estrepitosa catarata; en sus últimas visiones solo pudieron contemplar a un ser, de figura humana y poseyente de un aspecto tan puro y blanco como la nieve.