- Edgar Allan Poe -

En esta historia Edgar Allan Poe nos empieza a relatar el caso del señor Valdemar.

Nos dice el escritor que estaba muy interesado en el magnetismo y que decidió experimentar en algún ser humano que se encontrara en sus últimos momentos, esto era para tratar de retrasar el proceso de muerte.

Empezó a buscar dentro de su círculo de amistades a alguien en quien podría experimentar, en eso recordó a su gran amigo Ernesto Valdemar el cual era una persona extremadamente delgada y de patillas blancas que hacían contraste con sus cabellos negros que hacia pensar en que utiliza peluca, en los últimos meses se le había detectado una tuberculosis comprobada.

Decidió ser franco con el sobre el experimento, a lo que el señor Valdemar se mostro muy interesado y así acordamos que 24 horas antes del día en que se le había dicho al señor Valdemar que moriría, lo buscaría para iniciar con el experimento hipnótico.

Estando en agonía el señor Valdemar concentro todo su poder en hipnotizar al moribundo, este empezó a presentar todos los síntomas de una persona influida por el magnetismo, su mirada se le hizo como el de una persona con sonámbulo, sus parpados reaccionaron como cuando uno tiene pesadillas y pudo colocarlo en una postura más cómoda.

Todos los presentes pudieron constatar que el señor Valdemar se encontraba en un perfecto estado hipnótico pues al pasar la horas en la madrugada no parecía ser un muerto sino que parecía una persona dormida.

Después de un tiempo decidió preguntarle al durmiente que si este dormía, a lo que el señor Valdemar le respondió que si que lo dejara morir así.

Al cabo de un se acerco a hacerle la pregunta de que si estaba muerto y en se instante el señor Valdemar simplemente murió tomando un aspecto nada esperado o conocido en la época de este suceso.

Después de un rato de haber muerto de la boca del muerto salió una voz que contestaría la pregunta de hacia un rato que decía –No estaba muerto, esta muriendo, ahora si estoy muerto-, lo cual impresiono a todos los presentes, trato de ver si todavía estaba sujeto a el magnetismo y la única señal era la vibración de la lengua cuando se le preguntaba algo.

Y en este estado permaneció el “muerto”, ahora se buscaba liberar al señor Valdemar del transe, y al despertarlo simplemente este se empezó a contraer y se empezó a pudrir, como un muerto ya de varios años.